Skip se muere por culpa del tabaco

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/01/15/tabaco/1200413874.html

CAMPAÑA PUBLICITARIA EN NUEVA YORK
Skip se muere por culpa del tabaco
El estado de Nueva York es un ejemplo a seguir en la lucha contra el pitillo

MARÍA SAINZ
MADRID.- Dos infartos, un ictus, 14 intervenciones quirúrgicas, siete coágulos, una pierna amputada y 40 años fumando. Este historial médico corresponde a Skip Legault, el protagonista de uno de los anuncios lanzados por el departamento de salud del estado de Nueva York (EEUU), dentro de su eficaz programa de control del tabaquismo.

Las imágenes explícitas y emocionales son la base de los mensajes antitabaco en el citado estado. El caso de Skip, un fumador de 48 años que persiste en un hábito que le está costando la vida, remueve la conciencia de miles de espectadores norteamericanos desde el pasado mes de noviembre.

"Gracias a las investigaciones que hemos realizado, nos hemos dado cuenta de que si queremos que sean eficaces es importante recurrir a mensajes que despierten emociones (miedo, enfado, lástima)", explica a elmundo.es Ursula Bauer, directora del mencionado programa de tabaco.

Pero, como ella misma añade, no sólo se trata de transmitir lo que le puede suceder a un fumador sino también de ofrecerle ayuda para cesar su adicción. Por este motivo, a la vez que se muestra el anuncio de Skip, y otros similares, las televisiones de Nueva York están emitiendo cuñas con información sobre el apoyo con el que cuentan los usuarios del pitillo, como la línea telefónica destinada a tal efecto.

No es la primera vez que este tipo de campañas impacta en la mente de los fumadores. Hace algunos meses, un estudio de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, sus siglas en inglés) de este país afirmaba que una serie de anuncios, en los que también se mostraba a fumadores con distintas patologías, logró reducir un 20% el consumo.

Una tasa de éxito parecida se consiguió cuando, entre abril y mayo de 2003, se lanzó un programa que repartía gratuitamente parches de nicotina a los 35.000 primeros en llamar a la línea estatal de ayuda al fumador.

Los datos hablan solos
Además del programa para controlar el tabaquismo, en el que se incluyen las campañas mediáticas, los neoyorquinos también dan ejemplo con el elevado precio de sus cigarrillos. En vigor desde 2002, se trata de una medida esencial para disminuir el consumo, especialmente entre los más jóvenes. En la actualidad, se puede comprar una cajetilla por cinco dólares, en el estado, o por unos seis en la ciudad.

Aunque el aumento de los impuestos fue el primer gran paso, unos años después le siguió la puesta en marcha de una nueva legislación que prohíbe el hábito en todos los lugares públicos, incluidos los bares y restaurantes.

Estos tres ejes son la base de un verdadero éxito en el descenso del consumo. Tal y como reconoce Bauer, en 2006, y en comparación con las cifras registradas en 2000, el tabaquismo de los jóvenes disminuyó entre un 40% y un 50%.

Esos datos son tan positivos como los que hace unos días hizo públicos Michael Bloomberg, alcalde de la ciudad de los rascacielos, y que fueron recogidos por distintos medios de comunicación. En 2001, un 17,6% de los adolescentes de los institutos afirmaba ser fumador. Siete años después, esta cifra se redujo a la mitad; hasta un 8,5%.

Bloomberg siempre ha estado muy comprometido con la causa del pitillo. De hecho, hace algo más de un año anunció una donación altruista de 125 millones de dólares (unos 84 millones de euros) para reducir la tasa mundial de tabaquismo.

"El programa de la ciudad de Nueva York no sólo es impresionante. Estos datos muestran que funciona. Otras iniciativas deberían tomar nota. Si se puede prevenir que las personas jóvenes comiencen a fumar, el mundo dará un paso más hacia la meta de convertirse en libre de humos", afirmó 'The Lancet', en un editorial dedicado a los citados resultados.