Dependencia

Dejar de fumar: ¿Misión imposible?

http://www.azcentral.com/lavoz/salud/articles/021308fumadores-CR.html

(EFE)
La Voz
Febrero 13, 2008


La cruzada contra el consumo del tabaco se ha convertido en una nota dominante en las naciones más avanzadas en el siglo XXI. Curiosamente, Estados Unidos, uno de los países que más contribuyeron a dotar a la imagen del fumador de un símbolo de virilidad –“hay cosas inequívocamente americanas...”, decía el aviso de una de las marcas más conocidas de tabaco rubio en los años sesenta- y uno de los mayores exportadores de tabaco, fue pionero también en iniciar la persecución a los consumidores de la nicotina.

La prohibición se ha ampliado incluso a lugares abiertos, como ha ocurrido en Beverly Hills, la elegante zona donde residen las estrellas de Hollywood, cuyas autoridades no permiten fumar ni siquiera en las terrazas de restaurantes y bares bajo multas severas.

Paradójicamente, en ese país también se han publicado encuestas según las cuales muchas mujeres no abandonan el hábito del tabaco por el riesgo que supone para ellas recuperar kilos en cuanto el cigarrillo desaparece de sus vidas.

Francia ha sido el último país europeo en dotar a su legislación de normativas específicas para evitar que se fume en lugares públicos o cerrados. En los países menos restrictivos se acotan espacios en algunos locales para los adictos al cigarrillo a los que el resto de la clientela comienza a mirar como si de apestados se tratase.

Diez millones de muertos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido de que cada año mueren unos diez millones de personas en el mundo como consecuencia de los efectos nocivos del tabaco y que el 70 por ciento de esas muertes se producen en países en vías de desarrollo donde la legislación es poco restrictiva o nula en este capítulo sanitario.

Las perspectivas de futuro al respecto no son nada halagüeñas.

La OMS calcula que el consumo del tabaco sumará 130 millones de muertos hacia el año 2020. Aparte de las medidas legislativas para perseguir a los consumidores, la entidad sanitaria global recomienda limitar la publicidad del tabaco, erradicar su contrabando y, sobre todo, establecer normativas para evitar que el humo de los cigarrillos cause problemas de salud irreparables a los fumadores pasivos, incluidos los adolescentes.

El humo del tabaco tiene para algunos expertos “poderes hipnóticos” entre la población menuda, como demostró un estudio de Naciones Unidas según el cual los estudiantes de secundaria de Chile, Uruguay y Colombia son lo que más consumen tabaco y alcohol en América Latina, con niveles que superan en algunos casos el 38 por ciento.

Esta dramática realidad preocupa mucho a las autoridades sanitarias porque resulta obvio que este hábito puede ver reducida la calidad y la duración de la vida de estos jóvenes consumidores cuando llegan a la edad adulta.

Cada año, uno de cada tres fumadores se retira del vicio pero solo uno de cada diez deja definitivamente el tabaco. Los remedios para lograr el objetivo son infinitos aunque la inmensa mayoría no tienen eficacia demostrada. Parches en la piel, pipas de mentol sustitutorias para calmar la ansiedad, píldoras de herbolario e infusiones de hierbas relajantes como la valeriana aparecen en el catálogo de productos contra la adicción, sin descuidar por supuesto los métodos de relajación, como el yoga, y las sesiones de psicoterapia clínica.

Uno de los posibles remedios eficaces contra esta adicción en un futuro inmediato viene de la mano del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, en inglés) de Estados Unidos, cuyos responsables han anunciado que están experimentando con más de trescientos pacientes voluntarios una vacuna contra la nicotina que podría comercializarse en un plazo de tres o cuatro años tras el éxito de las pruebas preliminares realizadas hasta el momento.

La abstinencia

Por otra parte, está demostrado científicamente que la necesidad irresistible de sustitución por otro producto que contenga nicotina entre las personas que quieren dejar de fumar puede explicar las dificultades para lograr su objetivo en el difícil período de abstinencia.

Otros síntomas asociados con esa etapa crucial del proceso son el deseo irreprimible de consumir dulces y el deterioro de actividades que requieren un estado de alerta. Por otro lado, algunos hábitos relacionados con la dependencia de la nicotina parecen predecir mayores dificultades a la hora de intentar alejar de nuestras vidas el consumo de una sustancia tan nociva para la salud.

Por lo general, los fumadores compulsivos encienden su primer cigarrillo nada más levantarse, y no se olvidan del tabaco ni siquiera cuando están enfermos, lo cual supone una dificultad añadida a la hora de iniciar el tratamiento de deshabituación. El primer cigarrillo del día es el más difícil de dejar y resulta más complicado evitar fumar por las mañanas que por las tardes.

Los diagnósticos más homologados indican que los signos más frecuentes de la dependencia de la nicotina son el olor del aliento a tabaco, tos seca, la existencia de una enfermedad pulmonar crónica y la piel muy arrugada.

Pueden aparecer también manchas de tabaco en los dedos, pero no es frecuente. Diferentes estudios clínicos señalan que el consumo de tabaco puede aumentar de forma acusada el riesgo de padecer cáncer de pulmón o de boca, enfermedades cardio y cerebrovasculares, patologías obstructivas y complicaciones en el feto de las embarazadas.

Aunque muchos de estos problemas pueden ser causados por carcinógenos y por el monóxido que desprende el humo del tabaco más que por la nicotina, ésta aumenta el riesgo de accidentes cardiovasculares.

Esta no es la opinión al respecto, sin embargo, del científico chino Zhao Baolu, quien ha afirmado, después de 20 años de investigaciones con ratones, en un artículo publicado en una acreditada revista científica anglosajona, el “British Journal of Pharmacology”, que esta sustancia es adictiva pero no tóxica y puede resultar un remedio para tratar males neurológicos, como el Alzheimer o el Parkinson. El experto chino cree que ello se debe a que la nicotina actúa como antioxidante que "blinda" a las neuronas y las protege de otras sustancias que sí causan las citadas enfermedades.

Por último, estudios científicos bastante contrastados establecen una relación directa entre estrés y adicción a la nicotina y también que los hijos de los fumadores compulsivos tienen tres veces más riesgo de seguir el ejemplo de sus progenitores ya que presentan unos niveles más altos de nicotina metabolizada en su orina que otros jóvenes de su edad. Análisis del comportamiento de familiares de primer grado de los fumadores indican que hay factores genéticos que contribuyen en el inicio y la continuación del consumo de tabaco, con un grado de herencia equivalente al observado en la dependencia alcohólica.

Lo que debes saber...

-Cada año, uno de cada tres fumadores se retira del vicio de fumar pero solo uno de cada diez deja definitivamente el tabaco.

-Estados Unidos, uno de los países que más contribuyeron a dotar a la imagen del fumador de un símbolo de virilidad y uno de los mayores exportadores de tabaco, fue pionero también en iniciar la persecución a los consumidores de la nicotina.

-En los últimos años nos hemos acostumbrado a la imagen de hombres y mujeres de Nueva York, Londres, París, Tokio, Roma o Madrid fumando a las puertas de sus centros de trabajo.

-Para dentro de tres o cuatro años podría estar lista la primera vacuna contra la nicotina, que ya se está experimentando en 300 pacientes voluntarios estadounidenses.