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¡Déjalo ya!
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viernes, 15 de febrero de 2008 Rosa Escribano / Primera Hora

Para muchos pacientes, el anhelo de encontrar un método eficaz, fácil y rápido para dejar de fumar representa un verdadero anhelo. Sin embargo, sabemos que no existe tal recurso.

Tomando esta realidad como referencia, los expertos sugieren conocer a cabalidad cada alternativa que existe en el mercado con miras a seleccionar aquella que le resulte más conveniente para superar su adicción.

Más de cien razones

Antes de abundar sobre los diversos métodos para dejar de fumar, el neumólogo Samuel Amill Acosta opta por recordarnos las razones por las que todo paciente debe mantenerse firme en el propósito por iniciar un proceso de rehabilitación. “El humo del tabaco contiene alrededor de cuatro mil químicos, de los cuales 63 han sido identificados como causantes de cáncer”, señala con preocupación. A este grupo se añaden “cien más que han sido calificados como veneno”, menciona. Con esta realidad, “no sorprende que fumar tenga efectos nocivos para la salud, tanto para quienes fuman de primera mano, como para los que llamamos fumadores pasivos”, especifica el también voluntario de la Sociedad Americana del Cáncer.

Cabe recordar que el humo del cigarrillo representa “la causa principal del cáncer del pulmón”. De cada 100 pacientes con este mal, “87 por ciento está relacionado con el uso del tabaco”, señala el doctor. Además, esta práctica constituye la “primera causa de enfisema y bronquitis crónica”, además de estar relacionada “con el cáncer en la boca, laringe, esófago, riñones, cuello uterino, colon y recto”, enumera el neumólogo.

Por qué tan difícil

Como se menciona con regularidad, “parte del éxito en el tratamiento dependerá de que la persona realmente sienta interés en entrar en un proceso de rehabilitación”. Sin embargo, “factores relacionados con la edad, el ambiente familiar, situaciones de estrés y otras presiones” pueden interferir en “encontrar el mejor escenario para liberarse de la adicción”.

De otra parte, Amill Acosta señala que “no podemos olvidar que estamos ante una adicción a una sustancia narcótica”. De hecho, “muchos expertos consideran que la fuerza de la adicción a la nicotina es tan fuerte como la del adicto a la cocaína”, compara.

Además, “en algunas personas, fumar es mucho más que un hábito”, señala. Más bien, se trata de “una adicción, que es una condición del sistema nervioso que lo predispone a desarrollar dependencia a la sustancia”, menciona.

El factor económico

Para algunos fumadores, el costo de las diversas alternativas de rehabilitación es otro factor que influye en la dificultad para iniciar algún tratamiento. Sin embargo, el doctor analiza que “si el paciente hace un cálculo de los costos de su adicción al año, se dará cuenta de que son mayores de lo que tendrá que invertir en alguna terapia farmacológica, que suele durar de 3 a 6 meses de duración”.

Por otro lado, el doctor señala que “sólo algunos planes médicos están dispuestos a cubrir una parte del tratamiento farmacológico para dejar de fumar”. Precisamente, en días recientes se anunció un proyecto legislativo que, de ser aprobado, ordenará a los planes médicos ofrecer una cubierta de un máximo de $400 anuales en medicamentos para este tipo de terapia, siempre que medie una justificación médica.

Camino a la recuperación

El neumólogo resalta que, como parte del proceso de rehabilitación, la persona debe “entender que es una enfermedad de por vida”. De ahí la importancia de recibir orientación de algún profesional de la salud sobre las diversas opciones.

Además, se debe mostrar paciencia para cualquiera de las terapias, además de buscar formas de apoyo para mantenerse rehabilitado el resto de su vida. “El que tenga éxito en cualquiera de los tratamientos no quiere decir que se curó”, aclara el doctor. “La farmacoterapia es crítica para una rehabilitación, pero también hay que tomar en cuenta otros factores que puedan hacer a la persona recaer y el modo de hacerles frente”.

El Dr. Samuel Amill Acosta es neumólogo y ejerce práctica privada en Manatí. Para citas, llama al 787-884-4477 o al 787-884-4478.

Evalúa cómo liberarte

El neumólogo explica varias de las opciones más conocidas para hacer frente a la adicción al tabaco. A su vez, advierte que ninguna se recomienda a menores de 18 años, salvo raras excepciones que deben ser aprobadas por un profesional de la salud. Por otro lado, toda mujer embarazada debe consultar con un doctor para conocer el procedimiento más indicado según su caso particular.


Romper en frío (Quit Cold Turkey)

Hay quienes optan por dejar de fumar sin buscar ningún tipo de apoyo farmacológico. Según las estadísticas, “es un método que funciona para un porcentaje mínimo de la población”, aclara el doctor. En estas personas, la ausencia de nicotina origina síntomas de abstinencia, tanto físicos como mentales. Esto incluye algunos de los siguientes, que además, pueden manifestarse horas después de haber iniciado el intento por dejar el hábito:

Mareos
Depresión
Ansiedad
Irritabilidad
Trastornos del sueño
Dificultad para concentrarse
Dolor de cabeza
Cansancio
Aumento del apetito


Terapia de reemplazo de nicotina

En la actualidad, existen cinco tipos de terapia de reemplazo de nicotina aprobados por la Food and Drug Administration (FDA). Estos vienen en forma de parchos, goma de mascar, aerosol nasal, inhalador y pastillas para chupar. “El propósito del reemplazo de nicotina es que (el paciente) no sufra los efectos de abstinencia y guiarlo a desligarse del hábito poco a poco”, especifica Amill Acosta. Además, “ninguno contiene los componentes tóxicos del cigarrillo”.

En cuanto a eficacia, el doctor aclara que “no hay diferencia en cuanto a cuál es superior a otro”. Más bien, la selección dependerá de la preferencia de la persona. En cualquiera de ellos el tratamiento suele durar de 2 a 4 meses. Y a excepción de los inhaladores y aerosoles nasales, ninguno requiere de una receta médica.

Parchos- Se utilizan una vez al día. De todos los suplementos de nicotina, es el más recomendable en términos de la facilidad de uso. Vienen en dosis de 24 mg, 7 mg y 4 mg con el propósito de disminuir cada una gradualmente.

Goma de mascar- Se mastica según la necesidad del paciente. Una de las desventajas es su sabor, desagradable para muchos.

Aerosol nasal- Suministra nicotina a la sangre a medida que se absorbe rápidamente por la nariz. Aunque es fácil de usar, entre los efectos secundarios más comunes se incluyen irritación nasal, tos y ojos llorosos, entre otros.

Inhaladores- Es un tubo plástico y delgado que tiene una cápsula de nicotina. Al usarlo, el vapor de nicotina sale por la misma. Es lo más que se parece a fumar un cigarrillo, lo que resulta de mayor agrado para algunos fumadores.

Pastillas para chupar- Algunas de ellas se disuelven en la boca. Están disponibles en dos concentraciones (2 mg y 4 mg), y la dosis recomendada dependerá de cada paciente.

Bupropion- Es un antidepresivo derivado de Wellbutrin, pero con menor cantidad de miligramos que este medicamento. No contiene nicotina. Se toma en dosis de 150 mg dos veces al día y el tratamiento suele durar de 2 a 4 meses. La marca más conocida es Zyban y se requiere prescripción médica para su uso.

Actúa sobre los agentes químicos del cerebro que están relacionados con los deseos de fumar. Esto ayuda a disminuir los síntomas que se producen como resultado de la abstinencia de nicotina.

No se recomienda en pacientes con epilepsia porque pueden experimentar convulsiones. Además, se ha observado que puede alterar el apetito, por lo que está contraindicada en personas con problemas de este tipo (como los que padecen de anorexia nervosa).

Vareniclina- Aprobado por la FDA en 2006, su función es bloquear los efectos placenteros de la nicotina en ciertos receptores del cerebro. Esto produce dos efectos: reducir los efectos físicos de placer que una persona experimenta al fumar, y disminuir los síntomas de abstinencia de nicotina.

La terapia tiene una duración de 3 a 6 meses. Consiste en cápsulas cuyos milígramos varían según el tiempo del tratamiento. El fármaco más conocido es Chantix.

En comparación con las terapias farmacológicas, las estadísticas “favorecen a la vareniclina en eficacia”, señala el doctor. Y una de las ventajas de este método es que no se corre el riesgo de que la persona se convierta en dependiente de la sustancia.

Cabe mencionar que entre sus efectos secundarios, se incluyen náusea, vómito, dolor de cabeza e insomnio.

La hipnosis

Durante años se ha hablado sobre la hipnosis como una posible opción a las terapias sustitutas de la nicotina. Sin embargo, al día de hoy no existen estudios científicos que corroboren la eficacia del tal método.

Según aclara el psiquiatra Ramón Parrilla, director médico del First Hospital Panamericano, en Cidra, “el éxito con la hipnosis (para dejar de fumar) es bien bajo”. Estamos hablando de “un 10 por ciento”. Es decir, “uno de cada diez pacientes lo logra”.

Ahora bien, “si la persona tiene grandes dificultades con las alternativas farmacológicas, quizás la hipnosis sea una ayuda adicional, complementaria, pero no sustitutiva”, especifica.


Para más información del First Hospital Panamericano y centros afiliados, llama al 787-739-5555.

Simposio en el día de No Fumar

La Asociación Puertorriqueña del Pulmón conmemora hoy viernes 15 de febrero el Trigésimo Aniversario (30 años) del Día de No Fumar. En su esfuerzo por prevenir y erradicar esta nociva práctica, promueve el lema Cada minuto cuenta . . . No fumes.

Como actividad cumbre se celebrará un simposio sobre la Ley 40, según Enmendada, y alternativas para Cesar de Fumar. Las conferencias a presentar son: Métodos para cesar de fumar, La modificación de conducta como alternativa para cesar de fumar y Chantix, alternativa farmacológica para cesar de fumar, entre otras.

El simposio se llevará a cabo en las instalaciones del teatro de la Universidad Interamericana de Cupey de 7:30 a.m. a 1:45 p.m. Tendrá un costo de $20, que incluye desayuno, almuerzo, materiales y 3.5 créditos de educación continua para los siguientes profesionales de la salud: consejeros profesionales, educadores en salud, enfermeros, técnicos de cuidado respiratorio, terapeutas físicos, asistentes de terapia física, psicólogos y médicos.

Para más detalles, puedes llamar a la Asociación Puertorriqueña del Pulmón al 787-765-5664.