Trucos y trampas

Cómo dejar de fumar y sobrevivir el intento
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CL) — La renuncia al hábito de fumar no se diferencia en nada de dejar de consumir drogas o alcohol. Algunos aseguran incluso que podría ser más difícil evitar una recaída y volver a fumar que en el caso del uso de drogas ilícitas, debido a que la disponibilidad de cigarrillos (pues su consumo es legal) supera a la de las drogas.

Tal vez el testimonio más convincente de la dificultad de abandonar el hábito es la cantidad de personas que aseguran haber dejado de fumar más de una vez. Según el Dr. Michael Fiore, M.D., M.P.H., director del Centro de Investigaciones e Intervención del Tabaco de la Universidad de Wisconsin (Center for Tobacco Research and Intervention at the University of Wisconsin) desde 1992, esos casos son extremadamente comunes, ya que la persona promedio que ha dejado de fumar sin problemas lo ha logrado después de cinco o seis intentos fallidos.

Esto pone de manifiesto que numerosos fumadores están conscientes de que deben dejar el cigarrillo, pero las dificultades para lograrlo pueden ser abrumadoras. Sin embargo, no es imposible, como pueden atestiguarlo los más de 40 millones de ex fumadores en los Estados Unidos.

Un gran problema para muchos fumadores que tratan de dejar el cigarrillo es lidiar con los deseos de consumir nicotina. La nicotina incrementa los niveles de sustancias químicas cerebrales que controlan el estado de ánimo, la atención y la memoria, por lo cual evitar esos deseos es mucho más difícil de lo que muchos piensan. Smokefree.gov, un recurso de Internet creado para ayudar a quienes intentan dejar el hábito, ofrece los siguientes consejos:

• Sustituya los cigarrillos. Muchas personas recurren a la goma de mascar como sustituta de los cigarrillos. Para que sea beneficioso, asegúrese de que no tenga azúcar, para evitar daños a la dentadura. Por otra parte, hay quien se apoya en la comida cuando le dan deseos de fumar. Si opta por esto, asegúrese de que comer productos sanos como frutas y vegetales (por ejemplo, zanahorias, apio, manzanas).

• Aprenda a relajarse. Como la nicotina afecta las sustancias químicas cerebrales que controlan los estados de ánimo, dejar el hábito de fumar puede provocar ansiedad e irritación. Por espacio de 20 años, la Asociación Psiquiátrica Americana (American Psychiatric Association) ha reconocido como trastornos mentales los problemas de dependencia y abandono del consumo de nicotina.

Con frecuencia, la intranquilidad resultante de dejar el hábito provoca que la persona vuelva a fumar porque no puede relajarse cuando le aquejan los deseos de consumir nicotina. Smokefree.gov recomienda respirar profundamente 10 veces, y contener el aliento la décima vez. Luego, se debe soltar el aire y relajar todos los músculos, imaginando una escena agradable y plácida, dejando que la mente vuele mientras nos concentramos en esa escena.

• Salga de la habitación. El cambio de entorno cuando se sienten deseos de fumar puede ser útil para algunas personas. Salga al exterior para tomar aire, camine por el pasillo en dirección a otra habitación, o cambie de actividad cuando sienta ganas de fumar.

• No caiga en la trampa de "Un cigarrillo no va a hacerme daño". Con frecuencia, "sólo un cigarrillo" se transforma en varios, como puede atestiguar todo el que ha intentado y fallado. El problema con ese método de "uno solo" es que echa por tierra todo el esfuerzo desplegado por la persona hasta ese momento.

Para obtener más información acerca de cómo dejar de fumar, visite el sitio Web
www.smokefree.gov